jueves, 27 de octubre de 2016

"Nada cambia si no cambias nada"

  El cambio puede ser aterrador. ¿Saldrá bien esto que quiero? ¿Y qué pasará después? Porque siempre hay un precio que debemos pagar por ese cambio, y no siempre se tiene la seguridad de querer (o poder pagarlo). Sobre todo cuando implica perder algo o alguien a quien se quiere. Y, a veces, en las relaciones también hay algo que cambiar.

  Sin embargo, esa incertidumbre y la falta de certeza sobre cómo saldrán las cosas dan tanto miedo, que preferimos quedarnos en la llamada zona de confort. Yo suelo traducir esta zona de confort con un "más vale malo conocido que bueno por conocer" (el refranero español, que es muy sabio). Y utilizo esta expresión a propósito, porque nos deja muy claro que lo que se está eligiendo, no es todo lo bueno que debería ser.

  Cuando hablo de cambios en una pareja, no me refiero necesariamente a una ruptura. Sin duda, es el mayor de los cambios al que se puede enfrentar una relación, pero hay muchas cosas que podrían cambiarse para sentirse mejor dentro de la misma y, por lo tanto, para que sume más. Podemos, por lo tanto, entender el cambio como una evolución de la relación. Porque si las circunstancias han cambiado, la pareja no puede mantenerse como hasta ese momento. O porque lo que antes se aceptaba ha dejado de merecer la pena y hay que poner en marcha otras cosas que puedan funcionar mejor y que por lo tanto impliquen una mayor felicidad... Incluso si esa felicidad implica a veces el fin de la relación.

  Lo peor de todo es cuando no se tiene claro cuál es el cambio que debemos hacer. Cuando se sabe lo que se necesita, lo único que hay que añadir es el último empujón, el momento que nos hace dar el salto hacia lo bueno por conocer. Pero por el contrario, si lo único que se sabe es que lo que se está viviendo es lo malo conocido, es cuando parece que solamente hay una alternativa y es terminar con ello de raíz, aun cuando no se quiere. 

  Por eso debemos darle al cambio un significado positivo, de que también se logra algo cuando se hacen las cosas de diferente manera. Porque al otro lado de la zona de confort, también pasas cosas buenas. ¿Y lo mejor? Que lo nuevo, aquello que sale mejor y que hace más feliz (sea con o sin la pareja), también podrá llegar a ser zona de confort. 

“El cambio ocurre cuando el dolor de permanecer igual es mayor que el dolor de cambiar”.
Tony Robbins(1960), autor y orador motivacional estadounidense

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