lunes, 9 de febrero de 2015

Sin ti no soy nada... Sin ti soy mucho.

  Muchas veces nos dejamos llevar por el romanticismo y la necesidad de seguridad que nos aporta una pareja, pensando que si esa persona no existiera, nosotros no podríamos existir. Lo cierto es que no me lo había planteado mucho, hasta que hace unos meses una amiga me hizo despertar con respecto al famoso "sin ti no soy nada" (una frase habitualmente dicha, escrita e incluso cantada).
  Si nos paramos a pensarlo, estamos dándole a la otra persona el mensaje de que es dueña de nuestra vida, de que no sabríamos hacer ni ser si no estuviera a nuestro lado. Estamos poniendo a la otra persona como prioridad absoluta, por encima de nuestras propias necesidades e inquietudes. Y eso, ni es ni puede ser verdad.

  Cierto es, que cuando estamos involucrados en una relación sentimental hacemos una apuesta por esa persona y por el tiempo que vamos a pasar juntos. Apuesto que me hará sentir bien y puede que incluso me complemente con cosas que me faltan o me “contagie” de aficiones y gustos que hasta entonces no eran míos. Pero nunca dejaré de ser yo. 
  La verdadera afirmación es que sin mí no soy nada. Y sin el otro, soy muchas cosas: cosas que era antes de conocerle, que soy cuando no estoy con él o ella y que seguiré siendo incluso si la relación termina.

  Y es que tenemos en mente el amor romántico de Romeo y Julieta, que murieron por amor al imaginarse una vida sin el otro. Pero no podemos obviar su situación personal, sus familias enfrentadas que les harían la vida imposible. No podemos olvidar tampoco que transcurre en otra época, la Edad Media, y que eran adolescentes (y ya sabemos que es una época muy emocional). Y, por encima de todo, no podemos ignorar que se trata de una tragedia, una obra dramática con conflictos de apariencia fatal.

  Por eso, lo que debemos pensar es que mi pareja me suma, pero cuando se aleja no me resta (¡y mucho menos me deja a cero!). Así que, la próxima vez que mires a tu pareja y tengas la sensación de que quieres compartir la vida con él o con ella, cuando te embargue ese sentimiento de enamoramiento, recuerda que lo que quieres es ser más a su lado. Pero que, en realidad, sin esa persona eres mucho.


“Nadie pierde porque nadie posee a nadie. Y ésta es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante sin poseerlo.”
Paulo Coelho (1947), novelista y letrista brasileño

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